
Eran altas horas de la noche y algo parecía suceder en un edificio de una gran ciudad con rascacielos al puro estilo de nueva york. Había una fiesta que alternaba su ambiente e invitados entre lo casual y lo elegante, pero aquello no importaba, pues yo estaba tirando en lo que parecía ser la puerta de el departamento sede de la reunión. Mi estado era el de no estár o estár a medias gracias a ciertas sustancias(?) Me era imposible ponerme de pie, y mi prescencia parecía totalmente irrelevante ante la de los demás ahí presentes, incluso puedo decir sin temor a equivocarme que yo era un indeseable tipo drogado en el umbral de aquel lugar.
Sin nada que hacer, y aún imposibilitado para poder ponerme de pie por mi cuenta, me dispuse a contemplar las palmas de mis manos, las coloqué frente a mí, ocupaban casi todo mi radio de visión, les revisé por detrás y por delante, y sin pensarlo ni un minuto más, comencé a morderme las uñas como ya es habitual en mí. Pero ésta vez no paré al momento de no poder morder más, no me fue suficiente. Comencé a morder mis dedos hasta arrancarlos y tragarlos, debí arrancar por lo menos tres de una mano y dos de otra, sin incluir mi meñíque de la mano izquierda, en el cual hice un hallazgo de muy mal gusto, la uña de este se encontraba saturada de basura verde, mugre sometida a la peor de las podredumbres, no podía creerlo. Sin limitarme lo anterior me dispusé a roer rapidamente ese dedo para eliminar la mugre antes mencionada, no me preocupaba la idea de perder mis dedos, me calmaba con pensamientos como "ya crecerán" después de todo, todo indicaba que sería a ser una noche larga.
las obcesiones que te poseen en los sueños son de lo más bizarras....como aquella del pie que tallabas y tallabas....mmm si fue un sueño? jaja.
ResponderEliminartodos los drogadictos son indeseables cuando estan tiradotes enmedio de las fiestas, creo...yo tambien he sido uno de esos y no precisamente en sueños. jajajaja